Cómo almacenar cigarros

Para almacenar adecuadamente los cigarros y mantener su frescura y calidad, siga estas pautas:

  1. Control de la humedad: los cigarros deben almacenarse en un ambiente con humedad controlada para evitar que se sequen o se humedezcan demasiado. El nivel de humedad ideal para los puros suele estar entre 65% y 72%. Puede lograrlo utilizando un humidor, que es un recipiente especializado diseñado para almacenar puros y controlar la humedad.
  2. Selección de humidor: elija un humidor que se adapte al tamaño de su colección de puros. Asegúrese de que el sello del humidor esté hermético y de que tenga un higrómetro incorporado para medir los niveles de humedad con precisión. Además, considere el tipo de humidor: hay humidores de escritorio para uso personal y gabinetes más grandes para almacenar mayores cantidades de puros.
  3. Condimentar el humidor: antes de guardar los puros en un humidor nuevo o después de un período sin uso, es fundamental “condimentar” el humidor. Este proceso implica preparar el revestimiento de cedro del humidor agregándole humedad. Siga las instrucciones del fabricante o use una esponja húmeda o agua destilada para humedecer ligeramente el revestimiento de cedro. Deje reposar el humidor durante 24 a 48 horas para permitir que la madera absorba la humedad. Este paso ayuda a crear un ambiente óptimo para almacenar puros.
  4. Disposición adecuada: Al colocar los cigarros dentro del humidor, evite abarrotarlos. Deje algo de espacio entre los cigarros para asegurar una circulación de aire adecuada. Lo ideal es almacenar cigarros de mezclas o marcas similares juntos para mantener sus sabores y aromas individuales.
  5. Control de temperatura: si bien el control de la humedad es crucial, mantener una temperatura estable también lo es. Los cigarros deben almacenarse a una temperatura entre 65°F y 70°F (18°C y 21°C). Evite exponer los cigarros a fluctuaciones significativas de temperatura o calor o frío extremos, ya que pueden afectar negativamente su calidad.
  6. Evite la luz directa: los cigarros deben protegerse de la luz solar directa o de la luz artificial brillante. La exposición a la luz puede provocar que el tabaco se deteriore y afectar el sabor y aroma de los puros. Guárdalos en un área oscura o con poca luz, como un armario o un espacio exclusivo para guardar puros.
  7. Rotación e inspección: si tienes una colección de cigarros, es beneficioso rotarlos periódicamente. Esto ayuda a garantizar un envejecimiento uniforme y evita que algunos puros se descuiden durante un período prolongado. Además, inspeccione sus cigarros con regularidad para detectar signos de daño, moho o secado. Retire los cigarros dañados o estropeados del humidor para evitar afectar a los demás.
ACALAVA ofrece una variedad de cajas de puros o humidores, que van desde tamaños adecuados para almacenar unos pocos puros hasta aquellos capaces de almacenar miles de puros, atendiendo a diferentes preferencias y necesidades.